Nos despedimos de este curso en el que, movidos por nuestro lema, hemos confiado los unos en los otros y sobre todo nos hemos puesto en manos de Dios para planificar todas las actividades que nos han ayudado a profundizar en el rasgo carismático de este año: “Confianza en la divina providencia”, tal como lo hacía santa M.ª Rosa Molas.
Ha sido un curso lleno de acontecimientos, unos novedosos; como el acompañamiento semanal de nuestro párroco mosén Jordi, y otros son los que ya forman parte de nuestra realidad anual: el día de la madre M.ª Rosa Molas, las celebraciones de acción de gracias por los sacramentos recibidos, el festival de misiones…
Nuestro balance ha sido positivo, da gusto programar las actividades y ver cómo las viven nuestros alumnos con el entusiasmo de compartir la jornada con sus ahijados menores y sus padrinos mayores. Se crea un gran ambiente en el colegio donde se refleja lo que realmente somos: una gran familia unida por el carisma de la Consolación.