Dejemos que los niños se ensucien.

“Hijo, no toques eso que te mancharás”; “Hija, no te tires al suelo que se ensuciará la ropa”… ¿Cuántas veces les hemos dicho estas frases a nuestros hijos? Y es que los padres somos así, a veces estamos tan pendientes de nuestros hijos que no les dejamos experimentar ni probar cosas nuevas. Pero, si no lo hacen en los primeros años de su vida, entonces ¿cuándo lo harán?

He aquí algunos motivos por los que deberíais dejar a vuestros hijos mancharse, jugar en el suelo y tocar cosas con sus manos:

  • Para fomentar su creatividad y experiencia. En la etapa infantil nuestros hijos están en pleno desarrollo experimental. Necesitan tocar lo que están viendo, sentir sus texturas, tumbarse para verlo más de cerca… no les privemos de esta oportunidad de aprender y experimentar.
  • Para desarrollar su psicomotricidad gruesa y fina: Todos los días hacen el circuito de estimulación temprana en el cole, así que ¿por qué no dejarle hacerlo cuando no están en él? Los niños que escalan, trepan, ruedan y corren tienen un mejor control sobre su cuerpo. Si además pintan con los dedos mejorarán su escritura y el control sobre el trazo.
  • Para desarrollar su autonomía. A todos los niños les gusta experimentar. Enseñadles a que vayan donde vayan siempre os puedan ver, pero más allá de eso, que puedan ir adonde ellos quieran (siempre que sea un entorno seguro, claro está). Esto hará que no dependan tanto de vosotros, se relacionen mejor con otros niños y sean más conscientes de lo que pueden y no pueden hacer.
  • Para mejorar su sistema inmunológico. Ensuciarse la ropa permite que los pequeños entren en contacto con gérmenes y bacterias y así desarrollen su sistema inmunológico.
  • Para que se alimenten mejor. Los niños que tocan o han tocado la comida desde bebés comen mejor y más variado. La fruta es ideal para esto, tiene muchas texturas y les gusta mucho.

 

Evidentemente la seguridad y el sentido común va por delante de todos estos consejos. Si vuestro hijo va con ropa de domingo, es mejor que no se tire al barro, pero es conveniente darles oportunidades de que puedan experimentar sin ningún reproche vuestro después.

Por cierto, vosotros también podéis tiraros al suelo y mancharos con ellos para así poder ver el mundo como ellos lo ven. ¡Ánimo!