Como cada año, llegadas estas fechas tan importantes para los cristianos como es la Navidad, un tiempo de compartir con nuestros seres más queridos, elaboramos un belén que refleje la solidaridad y que sea acorde a los principios evangélicos. Nuestro rasgo carismático de este año es la caridad y qué mejor manera de plasmarlo que estando presente en nuestro belén.
De esta forma, hemos pensado que sería buena idea aprovechar las aportaciones para la campaña de recogida de alimentos promovida por Cáritas para realizar nuestro belén al tiempo que contribuimos a una buena causa. El objetivo es, por un lado, concienciar tanto a los alumnos como a las familias de la importancia de colaborar con aquellas personas más necesitadas y por otro, favorecer la implicación y participación de todos.
La visita de nuestro belén es una invitación, no solo a contemplar el misterio de la Navidad a través de las diferentes escenas, sino también a abrir nuestro corazón y realizar un gesto de paz y esperanza en estas fechas tan significativas. Para ello disponemos de cuatro corazones que reproducen los tréboles que forman el símbolo de Cáritas, institución beneficiaria de la campaña de Navidad. Uno de ellos proviene del trabajo que se realizó durante la semana del carisma con los alumnos a través de las eucaristías, simbolizando todas las realidades que podemos encontrar. En los otros tres podemos dejar por escrito no solo nuestra firma sino también algún mensaje como gesto de paz y esperanza.
Es por esto que la visita de nuestro belén es doblemente simbólica, ya que no solo utilizamos los corazones como medio para expresar nuestros deseos de paz, sino que además lo hacemos a través del motor que impulsa nuestras vidas, el corazón, dando ritmo a cada una de nuestras acciones.