Hace prácticamente cincuenta días que empezamos la Pascua, momento en que debemos cambiar e inundar de alegría nuestra vida y nuestro corazón por la materialización de la promesa que Jesús nos hizo: su Resurrección. Así lo hemos celebrado en el colegio, explicando que el Tiempo Pascual no termina con el regreso al colegio después de las vacaciones, sino que se alarga durante cincuenta días en los que Jesús fue haciéndose visible a aquellos que compartieron su vida con Él. Con la alegría de volver a ver al amigo, hemos rememorado estas apariciones con una gincana en la que participamos con nuestros padrinos. Fue una tarde de juegos, bailes y pruebas relacionadas con las veces que Jesús se manifestó a sus seres más queridos. ¡Lo pasamos fenomenal!